La vivienda se implanta en un terreno de 1000 m2 con un frente de 18 metros lo que permite diseñar en todo su ancho, liberando el fondo para un amplio patio acompañado de un quincho aledaño a la vivienda. Sostenido por unas columnas esbeltas, un juego de volúmenes simples encastrado en altura arma la fachada con la sensación de levitar sobre el ingreso.
Su interior fue diseñado con grandes espacios y balconeos sobre el estar. Su doble altura permite una comprensión del lugar en su totalidad garantizando el confort de sus usuarios. Los materiales -nuevos y convencionales-y la tecnología reafirma la tipología moderna de líneas simples y funcionales.